Repollo fermentado


El es una de las formas más prácticas de consumir hortalizas fermentadas y es un magnífico generador del benéfico ácido láctico. Aunque no está muy extendido fuera de los países de donde es originario, su consumo va en aumento, sobre todo entre los practicantes de la alimentación saludable.

El chucrut es por bacterias que convierten los azúcares del repollo en ácido láctico, lo que le da su sabor ácido y su duración. Es muy común en la cocina de Europa central y oriental, principalmente en Alemania, Austria y República Checa.

El repollo fermentado tiene una fuente natural más rica en vitamina C que el repollo fresco. Solo 200 gramos ya cubren la cantidad necesaria de vitamina C diaria.

Además contiene una gran cantidad de nutrientes bioactivos ricos en ácido lácteo, vitaminas del grupo B, vitamina K, minerales como el potasio, el magnesio y enzimas digestivas. El repollo fermentado apoya también la formación de sangre y de hormonas.

Actúa contra el cansancio físico, activa el sistema inmunológico contra los virus y bacterias, fortalece el organismo contra las infecciones. Ayuda a restablecer el equilibrio de la flora intestinal y ejerce una función digestiva. Es rico en fibra saludable, por lo que favorece y alivia el estreñimiento. Previene la formación del cáncer intestinal y apoya el metabolismo.

El repollo fermentado por su contenido nutricional calma rápidamente el hambre. Además 100 gramos contienen 17 calorías, por esta razón es excelente complemento en dietas bajas en grasas y reductoras del peso corporal.

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